DJAVAN ENCANTÓ SANTIAGO EN SU CALLE DE LOS AMORES
El tiempo ha sido un muy gran aliado con Djavan, el cantautor y músico brasileño que se caracteriza por haber escapado de todos los tradicionales «ismo» -Ni el tropicalismo, ni el bossanovismo, ni el sambismo, ni el tribalismo- de la música popular de Brasil. Lo suyo es un camino individual en el que no admite intermediarios, por eso desde hace una década ya ni siquiera puede trabajar con un productor artístico. Prefiere hacerlo todo por sí mismo: la letra, la música, los arreglos y la producción.
Este estilo único es el que anoche maravilló a un Teatro Nescafé totalmente repleto de un publico ansioso de disfrutar de todos los éxitos y del nuevo disco «Rua dos Amores» de este verdadero icono de la música popular brasileña (MPB).
El concierto empezó cerca de las 20:30 horas con «Rua dos amores» y «Pecado», también de su último álbum. De esta producción interpretó «Já Não Somos Dois», «Vive», «Anjo de Vitrô», «Bangalô» y «Ares Sutis». «Quiero que esta noche sea alegre, feliz, sensual», saludó al público, en gran parte brasileños residentes, a los pocos minutos de aparecer en el escenario con su estilo sencillo y característico cabello rizado cayendo sobre la cara.
Después de una larga gira acústica con su anterior álbum «Aria», Djavan -que canta igual que hace treinta años- regresó con un show eléctrico, acompañado de grandes músicos con los que ya había trabajado en otros tiempos y a quienes volvió a reclutar para este proyecto, además de su hijo Max Viana en guitarra.
«¡Quiero casar a alguien esta noche! A quien esté solo le voy a pedir que abrace al que tiene a su lado y vea qué pasa», bromeó el cantautor antes del segmento acústico que fue central y que desarrolló sentado en una silla solo con su guitarra y por momentos acompañado por uno de sus dos tecladistas.
Luego fue el turno del único cover (o «parcería», como dijo él) de la noche, «Doidice» y «Retrato da vida», con letra de Dominguinhos. «El resto son todas canciones mías», explicó, diciendo que su interpretación era un homenaje a Dominguinhos, conocido como el rey del baião, fallecido en julio del año pasado. «Hoy sería su cumpleaños», comentó. Y narró cómo fue el proceso de creación del tema: le envió una «musiquinha» a Dominguinho y éste le correspondió con «ocho letrinhas», todas fabulosas.
Ya casi cerrando el primero de los dos shows del brasileño, el setlist siguió con «Cigano», «Samurai» y «Seduzir». Como era de esperarse, al momento de despedirse de su público, éste no dudo un momento en pedir su regreso al escenario de manera efusiva, a lo que Djavan complació de inmediato interpretando «Nem um día», «Se» y «Sina».
Djavan dejó más que claro que los su talento sigue intacto y que seguirá desbordando energía por muchos años más, cabe recordar que ya tiene 65 años de edad. Tanta es su alegría y juventud que al final del espectáculo invitó a los presentes a agolparse contra el escenario como si se tratara de un concierto de rock y hasta les dio un apretón de manos a todos los que se encontraban en la primera fila.
Hoy es el segundo y último show de este tour en Chile y todavía quedan entradas disponibles por sistema Ticketek. No te quedes fuera de este gran show, un reencuentro maravilloso con los clásicos de un artista único en su tipo que por décadas a encantado con sus letras y simpatía más allá de las fronteras de su natal Brasil.
